Desafios

Para los adolescentes, la ida a la universidad representa un enorme cambio en sus vidas. Pero este cambio puede afectar en la misma medida a los padres y tutores.

Si bien con seguridad usted está orgulloso y entusiasmado con sus logros, también puede aparecer un sentimiento creciente de pérdida y separación. Afrontar esta mezcla de emociones puede ser difícil, pero son normales.

El manejo de estos cambios puede hacerse más fácil si tiene en cuenta estos consejos:

Manténgase en contacto.

Puede haber algo de verdad en el dicho de que la distancia aviva los sentimientos, pero los padres o tutores tal vez se preocupen de que “ojos que no ven, corazón que no siente”. De modo que usted y su estudiante deben acordar las formas de seguir participando en las vidas del otro y recordar decir y hacer esas pequeñas cosas importantes. El envío de tarjetas a casa, los paquetes que se envían a la universidad, las fotos de los eventos a los que no se pudo asistir y las llamadas de teléfono y mensajes de correo electrónico son ciertamente un modo de mantenerse en contacto y participar.

Amóldese a una nueva relación.

A medida que juega un nuevo papel en la vida de su adolescente, trate de amoldarse al nuevo aspecto de adulto a adulto en la relación padre e hijo. Los hijos siempre necesitan a los padres, pero la relación puede transformarse más en una entre pares.

Espere altos y bajos.

Un día los estudiantes son un modelo de independencia y al día siguiente llaman entre llantos. Este ida y vuelta es natural y esperable, a medida que tanto estudiantes como padres se sienten más cómodos y van tomando confianza en la capacidad de los estudiantes de manejar las situaciones por sí mismos.

Reoriente su tiempo y energía hacia nuevas actividades.

Ahora que su tiempo de paternidad se ha transformado en tiempo libre, hacer un inventario de sus intereses y activos personales le revelará áreas de su vida que tal vez tenía descuidadas. Puede ser el momento de desarrollar, volver a despertar y atender viejas y nuevas aficiones, actividades placenteras y carreras.

Contemple que se cometerán errores.

Debe apoyar y aceptar la capacidad de su hijo para tomar decisiones independientes. Tanto el estudiante como los padres deben aceptar que se cometerán errores en el camino; eso es la vida. Aprender de los errores es simplemente otro tipo de aprendizaje.

Guíe sin presionar.

La comunicación de las metas y expectativas educativas debe hacerse de una manera respetuosa hacia el propio estilo e intereses de su estudiante. Los estudiantes deben perseguir sus propias pasiones. Si bien la opinión de los padres puede ser útil, no se debe esperar que los hijos hagan realidad los sueños de los padres.

Consejos del Centro de Estudios sobre los Hijos (Child Study Center) de la Universidad de Nueva York, www.aboutourkids.org